"... y así, después de caminar un rato, sabiendo que Odiseo era solo una posibilidad, Penélope recogió sus partes, se reconstruyó y decidió caminar.
Por intuición se sobrepuso a sus amantes, tal vez, presientíendolos como más equívocas posibilidades, y por el ojo de una aguja pasó tímida y segura...a cantar su propia letra, a escribir lo suyo y pintar sus colores..."

sábado, 29 de marzo de 2008

Lo importante es no parar…

El miércoles fui a comprar un libro, siempre, debo confesar me gustan las librerías antiguas o las muy grandes donde uno puede navegar tranquila entre música e historias.
Entré a Zivals en Corrientes y Callao de la ciudad de Buenos Aires, precisamente una de esas librerías con música y chiches que a mi me gustan (tranquilos, pueden argumentar que es una cadena, que los pequeños libreros y etc., etc., etc., pero es tan inevitable como Mc Donalds).



Miré, busqué, miré libros que no pensaba comprar, miré libros que me encantaría llevarme, me encontré con libros que hace rato no veía…elegí cual llevarme.
Mientras estaba pagando, veo a mis espaldas una serie de colores, parecían láminas o dibujos…algo colorinche, pensé que era una muestra, terminé de pagar y fui directamente a ver eso, eran libros que mostraban entre la témpera colorida de sus tapas la marca de jabón en polvo Ala. Otros dejaban escapar un pedacito de la marca Criollitas, o Vino tinto “X”…como sabrán eso me intrigó completamente, tomé uno y en la primera página decía: “No hay dos tapas iguales”, más una Web. Comentaba el proyecto en pocas palabras: autores no reconocidos editaban sus libros con el trabajo de un grupo de cartoneros. Con el cartón que levantan en la calle, en un taller del Barrio de La Boca, se entregaban a cortar y pintar cada tapa de cada obra con un diseño diferente (no un diseño por obra, sino un diseño por tapa). De ahí venía, “No hay dos tapas…”
En ese mismo momento desde Zivals, llamé a mi compañero de equipo, y le pasé la página Web:
-Está relindo todo esto, anotá la Web, cuando llego a casa vemos…
Fue todo lo que le dije.



Entre a la WWW que había encontrado, era como los libros, un espacio “colorinche”, era un descaro a la ortodoxia editorial, era un proyecto creativo, en ese sentido raro que ya varios le pondrían otros varios nombres, pero no sé si alguno daría en el blanco. Una de las cosas más significativas que leí era: “…estos son nuestros teléfonos, este es nuestro mail, pero mejor, vení a visitarnos…”



Al día siguiente me comuniqué a uno de los dos celulares que tenían, me atendió María, trataré de reflejar el brevísimo diálogo lo más fielmente posible:



- Hola, ¿habló con alguién del proyecto Eloisa?
- Sí , ¿quién es?
- Soy estudiante de la Universidad de Quilmes de la carrera de comunicación, ví en Zivals los libros que ustedes hacen, y me gustaría saber más,¿podríamos visitarlos, charlar un poco con ustedes?
- ¿Comunicación? ¿Son periodistas?
- Bueno… básicamente no, estudiamos.
- ¿ Y qué nos van a preguntar? ¿Para qué?
- Tenemos solamente dos palabras: Arte y Transformación, y lo que ustedes hacen nos parece que encuadra dentro de eso. ¿podemos?



Y la frase con la que empezaría una crónica es la que sigue, que fue también la respuesta a mi pregunta:


- Sí, vengan, pero esto es un taller. Acá no paramos. No se puede parar y sentarnos. Estamos trabajando, y hablamos mientras trabajamos.










3 comentarios:

Llanura Pampeana dijo...

El arte en transformación es así.



Si también te gusta viajar e imaginar, pasa por la llanura que algo vas a encontrar (¡me salió un versito!).

Nacho dijo...

Nada hay más literario que una vieja estación de tren o una librería olvidada.

Me gusta lo que hay alrededor de ellas. Como me gustó mucho tu post . Tu blog.

Ha sido todo un descubrimiento.

Un besorrio, guapetona.

P.D. Estos días tampoco estoy teniendo mucho tiempo para descansar en mi blog. Como los de tu entrada.

Anónimo dijo...

...El noble y valeroso Antiguo Reino de León comprendía lo que hoy son las provincias de León, Zamora y Salamanca. La Constitución de 1978 consagró el Estado Autonómico y unió, de una manera un tanto artificial según muchos expertos,las provincias castellanas con las leonesas, Y surgió la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Pero para muchos leoneses, zamoranos y salmantinos el Antiguo Reino de León sigue, de una manera romántica y nostálgica, en lo más hondo de sus corazones.
---------------------------------
Yo también añoro aquí, en Madrid, las antiguas librerías. Recuerdo cuando niño que me parecían lugares mágicos, misteriosos. La fábrica de los libros. ¿Era la trastienda un alquímico laboratorio que engendraba aquellas obras de arte de todas formas y colores? Poco a poco fueron desapareciendo, supongo que al tiempo que mi inocencia, y la de muchos otros... Ahora las librerías son distintas, más como tú comentas del tipo "Mc Donald". Pero, en fin, librerías son. Lo importante es seguir transmitiendo la palabra escrita... En las finas y perfumadas hojas... ¿Os habeis fijado en lo bien que huelen los libros nuevos? No tan bien como los de las antiguas librerías, claro.
Un abrazo muy fuerte, amiga.
florencio.